Vivir con Síndrome de Intestino Irritable (SII)

El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es un trastorno digestivo que puede disminuir la calidad de vida del paciente, y aunque no haya un tratamiento especifico curativo, si se ha observado que modificando el estilo de vida y hábitos, y con el uso de probióticos y tratamiento médico, se obtiene una gran mejoría.

Introducción

El síndrome de Intestino Irritable (SII) también conocido como “colon irritable” es un trastorno funcional digestivo que se caracteriza por la asociación de varios síntomas como son: hinchazón, dolor o molestias abdominales y alteraciones en el hábito de deposiciones que puede variar desde estreñimiento, diarrea o ambos.
El SII no conlleva un aumento de la posibilidad de padecer cáncer de estómago ni acorta la vida pero si puede tener un impacto negativo en la calidad de vida de quienes lo sufren, a veces mayor que el de otras enfermedades como asma, migraña o diabetes mellitus.

Afecta más al sexo femenino sobre todo entre los 20-50 años de edad.

Causas

A día de hoy se desconocen las causas exactas del SII. Si se sabe que daña algunos procesos del sistema digestivo, pero el intestino como tal no suele sufrir una alteración estructural.

Las causas desencadenantes, aunque sin teorías probadas, podrían ser las siguientes:

  • Factores psicosociales (estrés, depresión, ansiedad, hipocondría…), que no constituyen un criterio diagnóstico pero sí que agravan los síntomas.
  • Antecedentes familiares de primer grado de SII.
  • Hipersensibilidad intestinal que provoca aumento del dolor por contracciones anómalas del colon y del intestino delgado.
  • Alteración en la función inmune a nivel gastrointestinal.
  • Alteración del Sistema Nervioso Autónomo intestinal.
  • Antecedentes de haber padecido infecciones bacterianas gastrointestinales.
  • La malabsorción de los hidratos de carbono (intolerancia a la lactosa).

Síntomas

 Los síntomas del SII uno a uno no son muy notables, pero si se presentan en conjunto son bastante llamativos:
  • Dolor abdominal punzante y/o espasmódico relacionado con la defecación que suele ser dificultosa.
  • Flatulencias.
  • Distensión abdominal.
  • Se alternan el estreñimiento y la diarrea y a menudo hay mucosidad en las deposiciones.
  • Cambios en la defecación en frecuencia y consistencia con tenesmo rectal (sensación de vaciado incompleto).
  • Ruidos intestinales.
  • Pesadez tras las comidas.

Además de las molestias gastrointestinales pueden aparecer otros síntomas como menstruaciones dolorosas, cefaleas, molestias al orinar, dolores musculares y óseos y cansancio físico.
 
Diagnóstico
 El diagnóstico lo realiza el especialista realizando una anamnesis para valorar el tipo y la duración de las molestias.
Normalmente suelen tener una evolución prolongada en el tiempo ya que la mayoría de las personas afectadas buscan ayuda tarde.
Para el diagnóstico son muy importantes los llamados criterios de Roma. Si estos están presentes es probable que se trate de una irritabilidad intestinal. Estos criterios indican que los síntomas empezaron al menos hace 6 meses y con presencia de dolor abdominal al menos 3 días al mes en los últimos 3 meses y que van asociados al menos de dos de los siguientes sucesos:

  • El dolor o molestias mejoran tras la defecación.
  • Desde que apareció el dolor la frecuencia al defecar ha cambiado.
  • Desde que apareció el dolor la forma y el aspecto de las deposiciones han cambiado.

Hay otros síntomas que no son los de Roma pero apoyan el diagnóstico como son tenesmo rectal, descarga de moco con las heces, hinchazón abdominal y flatulencias.
Tras la anamnesis se realiza una exploración física básica con palpación y auscultación abdominal. Normalmente el médico decide el resto de pruebas a realizar ya que las molestias varían mucho de una persona a otra.
También podría realizarse una analítica de sangre, de orina y de heces, ecografía de abdomen, gastroscopia y/o colonoscopia, radiografías o pruebas de intolerancias alimentarias (lactosa o gluten).
Estas pruebas también pueden ser útiles para descartar otras patologías intestinales.
 

Tratamiento
El tratamiento dependerá de las molestias predominantes en cada individuo. Unas personas necesitarán cambios dietéticos y en el estilo de vida y otras, tratamiento farmacológico para disminuir la intensidad de los síntomas.
Actualmente no existe tratamiento curativo para el SII.
Afecta a la calidad de vida y es molesto pero no deriva en enfermedades graves.
Cada persona debe identificar que alimentos tolera mejor, pero los cambios dietéticos irían en esta dirección:

  • Realizar dieta FODMAP que es la suma de las iniciales de palabras en inglés que en castellano son, Oligosacáridos, Disacáridos, Monosacáridos Fermentables y Polioles. Todos ellos son hidratos de carbono de cadena corta. Sería una dieta baja en fructosa, lactosa, fructanos, galactanos y polioles.
  • Dieta baja en grasa y rica en proteínas.
  • Comer despacio y masticar bien los alimentos.
  • Evitar especias, tabaco, alcohol, café, bebidas con gas, bollería industrial…
  • Evitar comidas copiosas.
  • Evitar lácteos y gluten.
  • Evitar alimentos flatulentos(legumbres, cebolla, guisantes, frutos secos…)
  • Aumentar la ingesta hídrica.
  • Tomar infusiones con manzanilla, anís, menta o hinojo

Los cambios en el estilo de vida serían:

  • Mantener un horario fijo de comidas.
  • Intentar defecar siempre a la misma hora.
  • Realizar 5 comidas/día y 30 minutos de actividad física.
  • Evitar situaciones con alto grado de estrés.

El tratamiento farmacológico sería:

  • Probióticos.
  • Laxantes (en caso de estreñimiento y usarse durante poco tiempo).
  • Loperamida(en caso de diarrea y también usarse durante poco tiempo).
  • Analgésicos antiespasmódicos con prescripción médica.
  • Antidepresivos que no se usan para regular el estado de ánimo, si no por su mecanismo de acción a nivel gastrointestinal. Existen dos grupos, los antidepresivos tricíclicos, como la amitriptilina y los ISRS que favorecen la motilidad intestinal y con mejor perfil de seguridad.

Conclusiones
El SII es un síndrome que aunque no provoca ninguna enfermedad grave si que puede llegar a afectar a la calidad de vida de quien lo sufre llegando incluso a mermar las relaciones sociales o provocar absentismo laboral. Por ello es importante su correcto diagnóstico y tratamiento temprano llegando a identificar síntomas y modificando hábitos de vida en la medida de lo posible.
 
 
Bibliografía

  1. Federación Española del Aparato Digestivo (Internet) (Última modificación 8/1/2019). Disponible en http://www.saludigestivo.es/mes-saludigestivo/sindrome-del-intestino-irritable/.
  2. https://www.onmeda.es/enfermedades/intestino-irritable-causas-3128-3.html.
  3. Medicina de familia. Principios y práctica; Robert B.Taylor; Masson; 2006.
  4. https://medlineplus.gov/spanish/irritablebowelsyndrome.html
  5. Decher N, Krenitsky J. Tratamiento Nutricional médico en los trastornos intestinales, capítulo 29. En Mahan LK, Escott-Stump S, Raymond JL.

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Autores: Beatriz García Serrano

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