En este manuscrito se estudian los estilos de vida durante el confinamiento decretado por el estado de alarma por la pandemia Covid-19. Cómo se ha modificado la alimentación, el ejercicio físico, el sueño, nivel de ansiedad e incluso el estado de salud general de las personas castellano manchegas durante esta etapa con respecto a sus vidas previas
Estilo de vida en Castilla La-Mancha durante el confinamiento Covid-19
RESUMEN
El Coronavirus SARS-CoV-2 ha provocado una pandemia mundial. En España el Gobierno decretó el estado de alarma para combatir esta situación, y la gran mayoría de las personas, han tenido que adoptar nuevos hábitos de vida. Hemos querido describir los estilos de vida que ha llevado la población de Castilla La Mancha, referente a la alimentación, hidratación, ejercicio físico, consumo de tabaco y alcohol entre otros. En general la alimentación de la población ha mejorado, que se ha basado en una dieta casera y mermada en alimentos ultraprocesados, durante el confinamiento. Sin embargo, cuando hablamos de ejercicio físico, la situación ha cambiado, y ha empeorado la cantidad del mismo.
INTRODUCCIÓN
El espectro clínico de esta enfermedad es variable. Un porcentaje bajo de los afectados pasa la enfermedad de manera asintomática. Otros, desarrollan una infección respiratoria aguda leve y otros, una infección respiratoria baja con gravedad clínica variable (neumonía más o menos grave) pudiendo producir letalidad. La evolución de la enfermedad, según los datos que tenemos, es la siguiente (2):
- Enfermedad leve (80%): infección subclínica, IRA, neumonía leve.
- Enfermedad grave (13-16%): disnea, taquipnea, SatO2 ≤ 93%, infiltrados Rx (hospitalización).
- Enfermedad crítica (6%): insuficiencia respiratoria, sepsis, shock (UCI).
- Casos mortales (1-3%).
Esta patología ha provocado una pandemia mundial, siendo Wuhan, provincia de Hubei, China, donde ocurrieron los casos iniciales. En España, el primer caso se registró el 31 de enero de 2020 en La Gomera, relacionado con casos que previamente se habían descrito en Alemania en ese mes. (3) Los casos aislados fueron aumentando hasta que la situación se encrudeció. El sábado 14 de Marzo de 2020, el Gobierno de España decreta el estado de alarma para hacer frente a la situación de emergencia sanitaria que el Covid19 había provocado en el país. En esa fecha, y según datos del Ministerio de Sanidad, España ya registraba más de 4200 casos positivos y 189 fallecimientos. Esta situación obligaba a los españoles a confinarse en sus domicilios; limitándose la circulación solo para actividades de primera necesidad; tales como comprar alimentos o medicamentos, asistir a personas vulnerables, asistir a centros sanitarios o desplazarse al lugar del trabajo.
Ante esta situación, los gimnasios fueron cerrados y se prohibía también realizar ejercicio al aire libre. Todos los parques y zonas verdes fueron precintados. De esta manera, los españoles tuvieron que adaptar su día a día a la nueva situación: muchos comenzaron a teletrabajar; otros, entraron en situación de desempleo o en ERTE. El ejercicio físico solo se podía realizar en los domicilios, contando con el espacio y los materiales de los que dispusiera cada uno. Esta situación se mantuvo hasta la mitad del mes de mayo, cuando se comenzaron a permitir los paseos individuales y la realización de deporte no profesional individualmente en la calle.
OBJETIVO
Identificar cómo ha sido modificado el estilo de vida en la población castellano-manchega debido al confinamiento durante la pandemia Covid-19.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional descriptivo transversal, que fue llevado a cabo durante el mes de mayo de 2020. El muestreo fue por conveniencia y los criterios de inclusión fueron ser mayor de edad, vivir en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha y mostrarse de acuerdo a participar en el estudio; consiguiendo, finalmente, una muestra de 539 participantes.
Para ello, se diseñó una encuesta online de elaboración propia que incluía datos demográficos: sexo (variable cualitativa nominal dicotómica), edad (cuantitativa continua), nivel educativo (cualitativa ordinal), ocupación habitual y durante el confinamiento (cualitativa nominal); así como datos referentes al estado físico y de salud: estatura y peso (cuantitativas continuas), si se ha visto modificada la calidad del sueño, si ha presentado o visto modificado el nivel de ansiedad (variables cualitativas nominales policotómicas), el número de horas de sueño durante la noche antes y después del confinamiento, cuantificar del 1 al 10 su percepción de estado de salud antes y durante el confinamiento (variables cuantitativas continuas); y datos referentes al estilo de vida: si el peso se ha visto modificado durante el confinamiento, si se ha visto modificada la ingesta de comida y/o agua, si se ha visto modificado el consumo de tabaco y/o alcohol, si ha cambiado el nivel de ejercicio realizado (variables cualitativa nominales policotómicas), el número de horas semanales que ha realizado ejercicio aérobico-carsiorrespiratorio, de fuerza y/o flexibilidad (variables cuantitativas discretas), si se ha visto modificada la intensidad del ejercicio realizado (variable cualitativa nominal policotómica), el espacio del que ha dispuesto para realizar ejercicio durante el confinamiento, los materiales y recursos utilizados para ello y el motivo por el que no ha realizado ejercicio físico durante el confinamiento si así fuese (variables cualitativas nominales policotómicas).
Los datos obtenidos, finalmente, fueron codificados y analizados estadísticamente mediante el software SPSS.25. Las variables cualitativas fueron expresadas por frecuencias absolutas y porcentajes; y las cuantitativas por medias y desviación estándar. Se comprobó la distribución normal de las variables a través de la prueba de Kolmogorov-Smirnov, y gráficas de comparación de cuartiles. La relación entre las variables fue comprobada mediante la prueba x2 (ji cuadrado).
RESULTADOS
De las 539 personas encuestadas de la muestra, un 31,7% (n= 171) fueron hombres y un 68,3% (n=368) fueron mujeres. La media de edad poblacional corresponde a 34,23 años, con una desviación típica de 12,35. El valor mínimo de edad es de 18 años y el máximo de 79 años, lo que supone un rango de 61 años.
Del total de la muestra un 50,6% (n=273) estaban en un rango de edad de [18-29] años, un 34,3% (n=185) con rango de edad de [30-49] años y un 15% (n=81) con rango de edad de [50-79] años.
Respecto al IMC hay que destacar que el 64,74% presenta normopeso, mayoritariamente entre las edades comprendidas de 18 a 29 años de edad (39,14%) y entre personal sanitario y estudiante. El 24,48% presenta sobrepeso, teniendo un mayor porcentaje entre las edades comprendidas de 30 y 49 años de edad (11,31%). El 8,16% presenta obesidad y el 2,4% peso insuficiente.
Tras el análisis de la ganancia de peso durante el estado de confinamiento el 41,1% ha ganado peso, el 31,1% ha mantenido peso, el 27,7% ha perdido peso y el resto de la población no sabe si ha aumentado, disminuido o se ha mantenido el mismo (Gráfico 1). Entre los sectores mayoritarios que han ganado peso se encuentran las ocupaciones sanitarias, estudiantes, y administrativas. La media de peso ganado ha sido de 2,93kg, ganando como peso máximo 12 kg y como mínimo 0,5 kg. La media de peso perdido ha sido de 3,36 kg, perdiendo como máximo 9kg y como mínimo 1 kg.
Del total de personas que han ganado peso, encontramos con un 37,43% a la población, que se han mantenido trabajando de forma presencial, seguidas de un 20,2% de las que han estado teletrabajando, un 17,7% de los estudiantes y le siguen con un 10,3% los desempleados.
Del total de la muestra que han disminuido su peso encontramos con un 37,2% a las personas que se han mantenido trabajando presencialmente, seguidas con un 19,7% de las personas con teletrabajo, con un 19% los estudiantes y con un 10,9% los desempleados.
Respecto al grupo de personas que han mantenido su mismo peso, encontramos con un 46,8% a personas trabajando presencialmente, seguidas de los estudiantes con un 22,7%, un 15,6% de personas teletrabajando y un 6,5% de personas desempleadas.
Respecto a la alimentación, el 18,7% han consumido más alimentos ultraprocesados durante el confinamiento, un 27,3% ha realizado una alimentación más saludable, con alimentos naturales y elaborados en casa y un 54% no ha cambiado su modo de alimentación (Gráfico 2). En cuanto al número de comidas al día, un 58,1% no ha modificado el número, un 29,7% ha realizado más comidas al día y picoteo más a menudo y un 12,2% ha realizado menos comidas al día (Gráfico 3). Además, encontramos que un 21,2% ha bebido menos cantidad de agua, un 32,1% ha bebido más y el resto no ha modificado la cantidad de agua tomada durante el confinamiento.
El consumo de alcohol ha aumentado en un 12,1%, ha disminuido en un 34,3% y se ha mantenido en un 16,7%, siendo el resto no consumidores del mismo. El consumo de tabaco ha aumentado en un 7,8%, ha disminuido en un 4,1% se ha mantenido en un 5,2% y el resto no lo consumen (Gráfico 4).
Tras analizar cómo ha afectado el confinamiento con respecto al nivel de ejercicio físico, vemos que ha disminuido en un 50,6% de las personas, ha aumentado en un 26,3% y se ha mantenido en un 23%.
En cuanto al ejercicio aeróbico-cardiorrespiratorio (como correr, zumba, bici, andar rápido…), antes del confinamiento, estas personas marcaban un porcentaje del 22,6% en menos de 1 hora por semana, el mismo porcentaje lo encontramos entre 1 y 2 horas por semana, un 32,7% entre 3 y 4 horas y un 22,1% en más de 4 horas por semana.
Durante el confinamiento el 41,2% de las personas ha realizado ejercicio aeróbico-cardiorrespiratorio menos de 1 hora por semana, el 23,7% entre 1 y 2 horas, el 18,7% entre 3 y 4 horas y el 16,3% en más de 4 horas de ejercicio físico a la semana (Gráfico 5).
La intensidad en este tipo de ejercicio aeróbico, ha sido menor en un 44,5% de las personas durante el confinamiento, un 36,7% se ha mantenido igual y un 18,7% mayor que antes del confinamiento.
Respecto a los ejercicios de fuerza antes del confinamiento, el 55,8% empleaba menos de 1 hora por semana, el 23,9% entre 1 y 2 horas, el 12,4% entre 3 y 4 horas y el 7,8% más de 4 horas por semana. Durante el confinamiento, el 62,2% ha realizado menos de 1 hora por semana, un 21,3% entre 1 y 2 horas por semana, un 9,8% entre 3 y 4 horas y el resto más de 4 horas a la semana (Gráfico 6). Respecto a la intensidad de este tipo de ejercicio el 48,2% la ha mantenido igual que antes del confinamiento, un 34,5% indica que ha sido menor y un 17,3% lo ha realizado con una intensidad mayor.
En cuanto a los ejercicios de flexibilidad, pilates, yoga… antes del confinamiento un 76,6% los realizaba con una duración menor a 1 hora por semana, un 14,8% entre 1 y 2 horas, un 6,7% entre 3 y 4 horas y un 1,9% más de 4 horas. Durante el confinamiento, un 76,1% ha realizado este tipo de ejercicio menos de 1 hora a la semana, un 16,9% entre 1 y 2 horas, un 4,8% entre 3 y 4 horas y un 2,2% más de 4 horas por semana.
El espacio del que ha dispuesto la población de Castilla La Mancha, para seguir realizando durante el confinamiento su actividad física, ha sido en mayor medida el salón con un 42,5% de personas que lo han empleado para ello. Le sigue, con un 32,1% haber realizado ejercicio en una habitación, tras ella, un jardín o patio exterior con un 16,7%, un 6% tenía un gimnasio particular, un 5,9% lo ha realizado en un patio interior, un 1,1% en una terraza y el 1,1% indica no haber dispuesto de ningún espacio para realizar actividades físicas.
En total 46,8% no ha realizado ejercicio físico, en contra del 53,2% que sí que ha realizado algún tipo de actividad física.
Han sido varios los materiales y elementos que ha utilizado esta población para la práctica de ejercicio. El 22,6 % ha utilizado material para realizar ejercicio aeróbico como cinta de correr, bicicleta estática… El 36% ha empleado material para realizar ejercicios de fuerza como pesas, bandas… el 31,2% ha utilizado sesiones online, tutoriales en youtube, etc. El 2% ha utilizado videojuegos, el 5% programas de televisión, y el resto han utilizado otros métodos, como, andar por toda la casa.
Los motivos por los cuales la población castellano-manchega no ha realizado ejercicio físico han sido por no poder salir a realizar su ejercicio habitual (14,7%), disponer de menos tiempo (15,4%), falta de motivación (6,3%), no tener recursos materiales para realizar ejercicio (4,6%) y no saber cómo realizar ejercicio en casa (3,9%), entre otros motivos.
Valoramos a continuación, las horas de sueño empleadas antes del confinamiento, con una media de 7,2 horas antes del confinamiento y de 6,9 horas de media durante el confinamiento. Antes del confinamiento un 31,9% dormía 8 horas diarias y durante el confinamiento disminuyó al 25,4%. Sin embargo, antes del confinamiento había un 5,2% que dormía 9 horas y un 1,9% con 10 horas diarias. Durante el confinamiento aumentó el número de personas que dormían 9 horas a un 7,1% y en un 5% las que dormían 10 horas.
Aunque las horas de sueño han aumentado durante el confinamiento, comprobamos sin embargo que un 52,7% ha empeorado respecto a la calidad del sueño durante el confinamiento, un 37,8% se ha mantenido igual y sólo un 9,5% ha mejorado su calidad.
El nivel de ansiedad durante el confinamiento ha sido mayor en un 62,2% de la población, se ha mantenido igual que antes del confinamiento en un 32,3% y ha sido menor en un 5,6% de los casos.
Respecto al estado de salud en general, antes del confinamiento, las personas puntúan con una nota media de 7,77%. Por debajo de 7 puntos, y por tanto un estado general menor, hay un porcentaje de población del 10,1%, con 7 puntos se sitúa un 26,2%, con 8 puntos un 40,3%, con 9 puntos un 19,5% y con 10 puntos (estado inmejorable/excelente) un 4,1%.
Durante el confinamiento, la nota media del estado general de salud ha sido algo menor, de un 6,94%. Por debajo de 7 puntos encontramos un porcentaje de población del 36%, con 7 puntos hay un 23%, con 8 puntos un 27,7%, con una nota de 9 encontramos al 10,8% y con una nota de excelente o 10 encontramos ya solamente a un 2,6%.
DISCUSIÓN
Tras el análisis de este estudio, queda al descubierto la importante tarea de realizar una buena educación sanitaria durante posibles confinamientos futuros. Hemos visto que un 35% de la población castellano-manchega ha incrementado su peso, y que por tanto podría empeorar su estado de salud, así como sus posibles enfermedades crónicas, las cuales, además, se han visto en muchas ocasiones algo descuidadas y poco controladas debido a que las personas no han podido realizar sus revisiones periódicas, por evitar posibles contagios, en sus centros de salud, así como por el colapso sanitario.
Hemos encontrado también un 26% de pérdida de peso, en el cual habría que buscar causas como el estrés, ansiedad y depresión ante la situación de confinamiento, sumadas a posibles bajas por enfermedad Covid-19 como a cualquier otra baja por enfermedad, que hayan hecho disminuir de peso a estas personas.
Hemos observado que el 27,30% de la población ha realizado más comidas caseras y ha empleado alimentos naturales, fruto de personas que se han mantenido más tiempo en casa, sin ninguna actividad de ocio ni laboral, y que por tanto han dedicado más tiempo a la elaboración de este tipo de alimentación (4). Coincidiendo con algunos estudios publicados de cadenas de distribución como Mercadona que señaló una caída de hasta el 25% en las ventas de galletas, productos de bollería y snack (5). Así, como una tendencia de mayor consumo de carnes, hortalizas, legumbres, arroz o lácteos en un informe publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (6). También comprobamos, que el número de comidas al día y el picoteo, ha aumentado ligeramente en un 29,7%, pudiendo verse relacionado con el hecho de pasar más tiempo en casa.
Al tratarse de una muestra con mayor parte de población joven entre 18 y 30 años, vemos que el consumo de alcohol ha disminuido en mayor proporción que en la que ha aumentado; debido posiblemente a la prohibición de celebraciones, fiestas y agrupaciones de gente, así como la suspensión de eventos como partidos de fútbol, conciertos… dónde se suele disparar el consumo en esta franja de edad. Sin embargo, la situación de ansiedad y bloqueo vivida por la población han desencadenado que en la población y en particular en las personas más vulnerables haya aumentado este tipo de comportamientos poco saludables como beber o fumar en exceso, para aliviar así las emociones negativas; por tanto, sería necesario desarrollar medidas de apoyo psicológico, para evitar mayores consumos o posibles recaídas (7).
Respecto al ejercicio físico, vemos que ha disminuido en un 50,6%, probablemente debido a centros deportivos, gimnasios y parques cerrados, así como a otras causas psicosociales. La realización de actividad física fortalecería el sistema respiratorio e inmunológico, mantener la condición física y generaría efectos positivos sobre la salud (8). El ejercicio aeróbico-cardiorrespiratorio resultaba ser menor a 1 hora semanal en un 22,6%. Sin embargo, durante el confinamiento pasó a ser de un 42,20%. Entre 3 y 4 horas semanales, antes del confinamiento lo realizaban el 37,20% de las personas, pero durante el confinamiento pasaron a disminuir en un 18,70%. Observando también que la intensidad en este tipo de ejercicio ha disminuido. Los ejercicios de fuerza, se han visto también disminuidos, pero en menor medida que los ejercicios aeróbicos, ya que, para la población ha sido más fácil y práctico realizar ejercicios de este tipo dentro de casa, puesto que se necesita menos espacio para ello y donde podemos utilizar nuestro propio cuerpo u objetos de nuestra propia casa para poder realizarlos, simplemente utilizando un espacio no superior a una habitación o salón, como la mayoría ha empleado. También vemos que ha sido notable con un 31,2% de la población, el realizar ejercicio físico con el apoyo de sesiones online o tutoriales en Youtube.
Las horas de sueño empleadas en esta población prácticamente no ha sido muy variable, pero sí que ha empeorado la calidad del sueño, fruto sobretodo de la propia ansiedad y estrés psicosocial por el confinamiento que se ha visto en aumento (9), aumentando estos niveles en un 62,2%. Tras preguntar por el estado de salud general también las personas refieren haberlo disminuido, aunque levemente.
CONCLUSIONES
Tras esta situación de pandemia inesperada y desconocida para todos, sería conveniente estudiar y tras ello, educar a la población en estilos de vida saludables durante posibles confinamientos por pandemias. Desde atención primaria, se podrían indicar medidas generales de alimentación y ejercicio físico en casa, así como la realización de rutinas para disminuir la ansiedad y el estrés que ha supuesto esta etapa. Respecto a la alimentación, incidir en 5 comidas diarias basadas en una dieta mediterránea y evitando el picoteo, a pesar de pasar 24 horas en casa y evitando la tentación de abrir el frigorífico continuamente. En cuanto al ejercicio físico, se podrían generar programas adecuados para realizarlo en sitios cerrados y pequeños, tanto de ejercicios aeróbico, como de fuerza como de flexibilidad, utilizando incluso materiales que la población tenga por casa para llevarlos a cabo, como botellas o garrafas de agua, o incluso mochilas con peso dentro, por ejemplo. Así como, incidir en evitar malas posturas en este tipo de entrenamientos que podrían causar lesiones. También se podría fomentar sesiones online o aplicaciones fáciles y seguras para que la población pueda realizar ejercicio físico de la mejor manera posible actividad física diaria.
BIBLIOGRAFÍA.
1.Zhou P, et al. Nature. 2020; 10.1038/s41586-020-2012-7. Disponible en: https: // www.nature.com/artibles/s41586-020-2012-7.pdf
2.World Health Organization.WHO: Rolling Updates on coronavirus disease. (Internet). (consultado 9 junio 2020). Disponible en: https://www.who.int/docs/default-source/coronaviruse/who-china-joint-mission-on-covid-19-final-report.pdf
3.Li Q, Guan X, Wu P, et al. Early Transmission Dynamics in Wuhan, China, of Novel Coronavirus-Infected Pneumonia [published online ahead of print, 2020 Jan 29]. N Engl J Med. 2020;10.1056/NEJMoa2001316. Disponible en: https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2001316
4. De la Sociedad Española, G. C., de Nutrición Comunitaria, S. E. N. C., & Val, V. A. Cambios en los hábitos alimentarios durante el periodo de confinamiento por la pandemia COVID-19 en España. Rev Esp Nutr Comunitaria. 2020; 26(2): 2.
5. Los productos de Mercadona que pierden adeptos tras el cambio de hábitos por el confinamiento. ABC Comunidad Valenciana 25 abril 2020: Disponible en URL: [https://www.abc.es/espana/comunidadvalenciana/abci-coronavirus-productosmercadona-pierden-adeptos-tras-cambiohabitos-confinamiento202004221959_noticia.html] (Acceso 1 de junio de 2020).
6. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Nota de prensa 19 de mayo de 2020. Los hogares incrementan sus compras de alimentos en supermercados y tiendas tradicionales. Disponible en URL: [https://www.mapa.gob.es/es/prensa/ultimasnoticias/los-hogares-incrementan-sus-comprasde-alimentos-en-supermercados-y-tiendastradicionales-/tcm:30-538155] (Acceso 1 de junio de 2020)
7. García-Álvarez L, de la Fuente-Tomás L, Sáiz PA, García-Portilla MP, Bobes J. ¿Se observarán cambios en el consumo de alcohol y tabaco durante el confinamiento por COVID-19? Adicciones. 2020; 32(2):85-89.
8. Mera AY, Tabares-Gonzalez E, Montoya-Gonzalez S, Muñoz-Rodriguez DI, Vélez FM. Recomendaciones prácticas para evitar el desacondicionamiento físico durante el confinamiento por pandemia asociada a COVID-19. Universidad Y Salud. 2020; 22(2):166-177.
9. Sandín B, Valiente RM, García-Escalera J, Chorot P. Impacto psicológico de la pandemia de COVID-19: Efectos negativos y positivos en población española asociados al periodo de confinamiento nacional. Revista de Psicopatologia y Psicologia Clinica. 2020; 25(1).
GRÁFICOS.
Gráfico 1. Variación de peso.
Gráfico 2. Tipo de alimentación.
Gráfico 3. Número de comidas diarias.
Gráfico 4. Consumo tabaco y alcohol.
Gráfico 5. Horas de ejercicio aeróbico-cardiorrespiratorio semanales.
Gráfico 6. Horas de ejercicio de fuerza semanales
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Autores: Laura Cervantes Torres