Las caídas representan un grave problema de salud para la sociedad, debido a las lesiones que producen directamente relacionadas con el aumento de la morbimortalidad del anciano y por las complicaciones que presentan: inmovilidad, tromboflebitis y dependencia por el miedo a caer de nuevo. Por lo que es imprescindible trabajar en materia de prevención para conseguir reducirlas y/o evitarlas.
Inestabilidad y caidas en el anciano
Las caídas suponen uno de los síndromes geriátricos más importantes debido a su alta incidencia y a las numerosas consecuencias que producen en el anciano, siendo la principal causa de invalidez, institucionalización e incluso muerte del mismo. Más de la mitad (52%) ocurren dentro del domicilio, siendo el baño el lugar más peligroso de la casa (46% de las caídas ocurren aquí).
La probabilidad de sufrir una caída aumenta a medida que aumenta la edad, siendo la causa principal de los accidentes en personas mayores de 75 años y convirtiéndose en la sexta causa de muerte en el adulto mayor. Además lo más preocupante es que muchas de ellas son de repetición, lo que puede ser un signo o síntoma de alguna enfermedad de base y que aún no ha sido diagnosticada.
CONCEPTO DE CAÍDA
Definimos caída como “la precipitación repentina e involuntaria al suelo que puede acompañarse o no de pérdida de conciencia”.
Las actividades que tienen mayor riesgo de producir una caída son:
- Levantarse y acostarse en la cama.
- Levantarse y sentarse en la silla.
- Subir y bajar escaleras.
Los factores de riesgo más importantes de las caídas son:
Intrínsecos:
- Cambios fisiológicos propios del envejecimiento, (disminución de la agudeza visual, deterioro de la visión nocturna, de la percepción de colores y de la profundidad de objetos, sordera, tapones de cerumen, la “marcha senil” caracterizada con pasos cortos, por menor flexoextensión de cadera, rodilla y tobillos, anteflexión del tronco y cuello, aumento de la base de sustentación y tendencia a la retropulsión, entre otros).
- Enfermedades agudas o crónicas:
- Respiratorias (neumonías).
- Infecciones urinarias.
- Cardiovasculares (síncopes).
- Vértigos.
- Demencias, ACV, cuadros confusionales.
- Metabólicas (diabetes).
- Polimedicación (a partir del 4º fármaco riesgo alto de caídas).
- Aspectos psicosociales:
- Depresión.
- Intranquilidad.
- Síndrome post-caida.
- Alteraciones mecánicas:
- Alteraciones en MMII (UPP, vendajes)
- Calzado inadecuado.
- Deformaciones.
- Dolor.
- Sedentarismo.
- Barreras arquitectónicas tanto en el domicilio como en la calle (baños mal adaptados, alfombras, suelos resbaladizos, mala iluminación, aceras con desniveles y en mal estado…).
- Transporte (movimientos bruscos, accesos inadecuados, tiempo corto de subida y bajada de viajeros).
Aproximadamente se producen fracturas en un 6% de las caídas en personas menores de 75 años y superan el 25% en mayores de 75 años, siendo la fractura de cadera la más frecuente de todas y la que mayor morbimortalidad genera. El pronóstico va a depender a parte de los factores de riesgo (polimedicación, pluripatología, inmovilidad…) y del tiempo de permanencia en el suelo, empeorando este cuando el tiempo es superior a 60 minutos.
Las consecuencias se clasifican en varios grupos:
- Físicas:
- Fracturas.
- Traumatismo craneoencefálico o costal.
- Lesiones de partes blandas.
- Contusiones, desgarros, heridas.
- Dolor crónico.
- Psicológicas:
- Pérdida de autonomía y autoestima. Cuadros depresivos.
- Restricción de la movilidad (contenciones mecánicas).
- Síndrome postcaída o síndrome de Kennedy: miedo que desarrolla el anciano a sufrir otra caída produciéndole una limitación de los movimientos que le va a dificultar llevar a cabo por sí mismo las ABVD limitando su independencia.
- Sociales:
- Aislamiento
- Cambio en los hábitos de vida.
- Perdida de la capacidad funcional, lo que produce aumento de la necesidad de cuidadores o institucionalización.
- Económicas:
- Elevado coste familiar y sanitario.
- Prevención primaria: dirigida a la población anciana en general, el objetivo es evitar la caída. Encontramos varias actividades:
- Educación para la salud. (recomendar ejercicio físico moderado).
- Fomento de hábitos de vida saludables.
- Detección precoz de factores de riesgo intrínsecos (exámenes de salud periódicos, uso correcto de ayudas técnicas) y corrección de los extrínsecos (medidas de seguridad en el entorno).
- Prevención secundaria: Dirigida a conocer y reducir los factores de riesgo ya existentes para evitar nuevas caídas. Encontramos:
- Valoración individualizada. Alteraciones sensoriales, instrumentos para adaptarse al medio según precise (silla de ruedas, bastón, andador…).
- Medidas para evitar nuevas caídas:
- Revisión de tratamientos médicos.
- Modificación del entorno para hacerlo un lugar seguro. (calzado adecuado, sillas y camas a alturas adecuadas, evitar alfombras, baño y cocina adaptados, suelo no resbaladizo, iluminación adecuada…).
- Prevención terciaria: dirigida a disminuir las consecuencias producidas por las caídas. Encontramos:
- Evitar síndrome postcaída.
- Apoyo y educación a familiares y cuidadores.
- Reeducar marcha y equilibrio. Enseñar al anciano a levantarse solo, (girar hasta quedar en decúbito prono, apoyar ambas rodillas en el suelo y levantarse adoptando una posición similar al gateo, apoyándose en un mueble o superficie fija alcanzar la bipedestación).
- Características de la caída. Para buscar el factor desencadenante y si puede ser corregirlo.
- Estado inmediato tras la caída y valorar consecuencias.
BIBLIOGRAFIA
Páginas web:
- Instituto gerontológico de salud. http://www.igerontologico.com/salud/sindromes-geriatricos/caidas-6444.htm
- Fuden. www.fuden.es
- Sociedad española de geriatría y gerontología. www.segg.es
- Elsevier. www.elsevier.es
- Canal salud de Mapfre. https://www.salud.mapfre.es/salud-familiar/mayores/enfermedades-mayores/intentando-no-caer-prevencionde-las-caidas-en-mayores/
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Autores: Ainhoa Plaza Moya